El nacimiento de un bebé es un momento de alegría y emoción para toda la familia, esto incluye a las mascotas. Sin embargo, es natural que los padres primerizos se preocupen por la relación entre su recién nacido y las mascotas del hogar. Por esta razón como médicos pediatras te queremos dejar algunos consejos que sabemos ayudarán a mejorar la convivencia, te darán orientación sobre alergias y garantizarán un ambiente más seguro y saludable para el bebé y tus mascotas.
Los vínculos
La presencia de mascotas en casa puede ofrecer muchos beneficios para el desarrollo emocional y social de un niño, varios estudios demuestran que los niños que crecen con mascotas tienden a desarrollar una mayor empatía y responsabilidad. Sin embargo, es crucial establecer pautas claras que permitirán tener rutinas, así como un ambiente limpio y seguro para el recién nacido y que también ayudará a una mejor adaptación para los padres.
Preparación y Educación
Es fundamental preparar a las mascotas para los cambios que se vienen antes de la llegada del bebé. Si es necesario, se podría llevar a cabo sesiones de entrenamiento o educación especializada, o simplemente ir incorporando las nuevas rutinas y reglas que se darán con la llegada del nuevo miembro. Las mascotas deben comprender las áreas de casa a las que sí tendrán acceso y las que no podrán entrar o utilizar. Es muy importante ir trabajando en esto un tiempo antes, para que de esta manera la mascota no relacione directamente la llegada del bebé con los cambios de rutinas y/o hábitos.
Recuerden siempre que mantener rutinas tanto para las mascotas como para el bebé les permite sentirse a las dos partes más seguros, más claros y por ende adaptarse de mejor manera.
Introducción Gradual
Cuando el bebé llegue a casa, las presentaciones entre él y las mascotas deben ser gradualmente supervisadas. Recomendamos que un adulto sostenga al bebé mientras otro supervisa a las mascotas. Esta interacción controlada permitirá que tanto el bebé como las mascotas se acostumbren a la presencia del otro de manera segura.
Supervisar las interacciones iniciales es esencial para asegurarse de que tanto el bebé como las mascotas se sientan cómodos.
Higiene Rigurosa
La higiene es un factor muy importante y es fundamental ser estricto al respecto. Las mascotas deben estar al día con sus vacunas y tratamientos antipulgas. Además, es esencial mantener limpios los lugares donde las mascotas pasan más tiempo como camas y áreas de juego, para minimizar los riesgos de alergias y enfermedades para el recién nacido. Recuerden siempre lavarse las manos después de interactuar con las mascotas.
Control de Alergias
Si tienes antecedentes de alergias en la familia es necesario que tomen precauciones adicionales. Reducir el contacto directo entre el bebé y las mascotas, sobre todo en las primeras semanas de vida, ayudará a prevenir posibles reacciones alérgicas.
Si observas síntomas como erupciones cutáneas, estornudos frecuentes o dificultades para respirar, contacta de inmediato a tu pediatra de confianza. El médico pediatra es el único llamado a orientarte de la manera correcta para manejar las alergias.
Supervisión Constante
La supervisión constante es clave cuando se trata de la interacción entre el recién nacido y las mascotas. Aunque la relación entre ellos puede ser amorosa, siempre existe la posibilidad de que las mascotas se entusiasmen demasiado sin darse cuenta de su fuerza, lo que podría poner en peligro al bebé. Por esta razón la supervisión cercana garantiza la seguridad en todo momento.
Fomentar el vínculo
Como pediatras sabemos lo importante que es fomentar el vínculo entre el/la bebé y las mascotas. Las interacciones positivas y caricias suaves a las mascotas mientras el bebé observa, ayudan a establecer una relación amorosa y respetuosa entre ellos. A medida que el bebé crece es fundamental explicarle cuál es la manera de acercarse a la mascota, cómo debe acariciarlo, que es lo que no debe hacer y siempre enseñar tanto al bebé como a la mascota cuáles son los espacios y límites que deben respetar entre ellos.
La convivencia entre recién nacidos y mascotas puede ser armoniosa y beneficiosa para ambas partes, es fundamental manejar con la preparación adecuada, precaución y cuidado necesario. La paciencia y las rutinas son claves para establecer una convivencia armoniosa.
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