Nosotros

Este emprendimiento comienza hace muchos años, con una persona llena de humildad, valores, pasión, valentía y sacrificio, nos referimos a Alfredo Naranjo, nacido el 1 de agosto de 1958.

Desde muy pequeño, fue adquiriendo el hábito de la lectura y el estudio, enseñado por su abuelo materno quien, junto a su familia, le inculcaron un alto sentido de ética y respeto hacia quienes lo rodeaban. Ya a temprana edad, entre los 4 a 5 años, tuvo un acercamiento inicial hacia la medicina por medio de su tío, quien era médico, y su tía, quien era enfermera; fue inmediato, su amor y pasión hacia esta profesión se marcó de manera indeleble para el resto de su vida, ese era su camino sin duda alguna.

Sus años de estudio transcurrieron en la Escuela Espejo en donde, gracias a sus excelentes calificaciones, consiguió una beca. Paralelamente a sus estudios y para poder costear sus gastos, trabajaba como asistente en una bonetería. Una vez graduado, ingresó a la Universidad Central del Ecuador para iniciar su formación hacia su gran sueño, la medicina. Sus padres, consientes de su gran pasión, le obsequiaron 3 tomos de anatomía que estudió con avidez. Siempre buscó la excelencia y justamente por eso se hizo acreedor de una beca en sus estudios universitarios.

Siendo estudiante de medicina aún, fungía como médico externo en el Penal García Moreno, esto le permitió estar en contacto con muchas personas lo cual, profundizó su entendimiento y vocación social. Paralelamente a esto, realizaba un externado en el Hospital Carlos Andrade Marín, para finalmente realizar en esta misma institución un internado rotativo. Realizó la prerural en Riobamba, ciudad donde su vida toma un nuevo giro cuando conoció a Norma. En poco tiempo, Norma se convertiría en su esposa y compañera de vida, su amor fue profundo e inmediato, se casaron apenas 3 meses después de conocerse, tuvieron dos hijas y adoptando a un niño.

Una vez graduado de médico general, con muy altas calificaciones – vale decir-, realizó la rural en Penipe, Chimborazo, atendiendo principalmente a niños con discapacidades intelectuales y motoras, de ahí nace su amor hacia la pediatría. Su pasión y deseo de ayudar eran tan evidentes, que en una visita que realizó el Embajador de Italia a ese recinto se quedó prendado de la entrega, dedicación y cariño con que Alfredo atendía a sus pacientes, es así como le consiguió una beca para pediatría, obteniendo un Diplomado en Neonatología en el Instituto Giannina Gaslini en Genova, Italia. Para continuar con sus estudios viajó a México DF. y realizó un Postgrado en Pediatría en el Hospital Infantil de México Federico Gómez con una duración de 2 años,  obteniendo finalmente el título con la UNAM.

Una vez que regresó al país, instaló un consultorio médico en Riobamba, en donde adquirió más experiencia. Sin embargo, se sentía un poco inconforme, deseaba llegar a más personas y para eso era necesario trasladarse a la capital, Quito. Fue a través del Dr. Jorge Córdova, quien le inculcó la medicina como el placer de servir y no como un negocio, que pudo ingresar al Hospital Metropolitano en calidad de médico residente. Su demanda de pacientes era tan grande que junto con Norma vieron la necesidad de abrir un consultorio particular en el año 1989, es así como se siembra le semilla de lo que sería CENPEIN, pero esa es otra historia…